Se trata de una prueba fallida del nuevo misil atómico balístico de lanzamiento submarino RSM-56 Bulava ("Maza de Guerra"). Ese misil les está dando muchos problemas, y ya le ha costado el puesto al anterior director del Intituto Moscovita de Tecnología del Calor, que es la institución que los diseña. Hasta el momento, de las trece pruebas realizadas sólo han tenido éxito seis. Eso sí, el día en que consigan ponerlo en servicio (seguramente a lo largo del año próximo), no hay sistema de defensa antimisil que se le resista, como ya sucede con su versión terrestre el Tópol-M.
Este arma ha sido concebida para los nuevos submarinos de misiles balísticos de la clase Borei ("Viento del Norte"), el primero de los cuales ya ha sido botado con el nombre Yuri Dolgoruky, y hay otros tres en construcción en los astilleros de Polyarniy-Severodvinsk (Múrmansk).
En esta ocasión, el fallo se produjo en la tercera etapa, con lo que el misil llegó a alejarse significativamente de la Tierra antes de fracasar, así que pudo verse desde muy lejos. Los fallos se han achacado a diversos abaratamiento de costes y el pobre control de calidad en varios puntos de la cadena de subcontratas, y específicamente a la ausencia de comisarios militares supervisando las mismas, todas ellas prácticas contrarias a las que eran habituales en la época soviética.
El RSM-56 Bulava es un misil balístico avanzado de alcance intercontinental para su lanzamiento desde submarinos en inmersión, que puede transportar seis cabezas termonucleares de 150 kilotones (seis veces Nagasaki) contra blancos a 8.000 km, con un error de menos de cincuenta metros. Va provisto de medios muy avanzados anti-antimisiles, lo cual puede contribuir a que los testigos inexpertos lo confundan con otra cosa debido a comportamientos anómalos para confundir y superar a estas defensas enemigas. Está previsto desplegar 96 de estos misiles en 5 submarinos de la clase Borei, con un total de 576 cabezas. Si siguiera dando problemas, los Borei serían equipados provisionalmente con un misil de la generación anterior, el R-29RMU Sineva, que en la actualidad se utiliza en los submarinos Delta-IV. Esto se mantendría sólo hasta que el RSM-56 Bulava esté disponible.
Aquí tienes una imagen de una de las pruebas que han tenido éxito: http://www.globalsecurity.org/wmd/world/russia/images/3m14-image244.jpg
Se trata de una prueba fallida del nuevo misil atómico balístico de lanzamiento submarino RSM-56 Bulava ("Maza de Guerra"). Ese misil les está dando muchos problemas, y ya le ha costado el puesto al anterior director del Intituto Moscovita de Tecnología del Calor, que es la institución que los diseña. Hasta el momento, de las trece pruebas realizadas sólo han tenido éxito seis. Eso sí, el día en que consigan ponerlo en servicio (seguramente a lo largo del año próximo), no hay sistema de defensa antimisil que se le resista, como ya sucede con su versión terrestre el Tópol-M.
ResponderEliminarEste arma ha sido concebida para los nuevos submarinos de misiles balísticos de la clase Borei ("Viento del Norte"), el primero de los cuales ya ha sido botado con el nombre Yuri Dolgoruky, y hay otros tres en construcción en los astilleros de Polyarniy-Severodvinsk (Múrmansk).
En esta ocasión, el fallo se produjo en la tercera etapa, con lo que el misil llegó a alejarse significativamente de la Tierra antes de fracasar, así que pudo verse desde muy lejos. Los fallos se han achacado a diversos abaratamiento de costes y el pobre control de calidad en varios puntos de la cadena de subcontratas, y específicamente a la ausencia de comisarios militares supervisando las mismas, todas ellas prácticas contrarias a las que eran habituales en la época soviética.
El RSM-56 Bulava es un misil balístico avanzado de alcance intercontinental para su lanzamiento desde submarinos en inmersión, que puede transportar seis cabezas termonucleares de 150 kilotones (seis veces Nagasaki) contra blancos a 8.000 km, con un error de menos de cincuenta metros. Va provisto de medios muy avanzados anti-antimisiles, lo cual puede contribuir a que los testigos inexpertos lo confundan con otra cosa debido a comportamientos anómalos para confundir y superar a estas defensas enemigas. Está previsto desplegar 96 de estos misiles en 5 submarinos de la clase Borei, con un total de 576 cabezas. Si siguiera dando problemas, los Borei serían equipados provisionalmente con un misil de la generación anterior, el R-29RMU Sineva, que en la actualidad se utiliza en los submarinos Delta-IV. Esto se mantendría sólo hasta que el RSM-56 Bulava esté disponible.
Aquí tienes una imagen de una de las pruebas que han tenido éxito: http://www.globalsecurity.org/wmd/world/russia/images/3m14-image244.jpg
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ResponderEliminarno me la creo esta del misil